Crónica de la Jornada del 13 de marzo de 2013. Aspectos económicos de la gestión del combustible nuc
Los costes del reprocesado del residuo nuclear son similares a los del almacenamiento definitivo.
La tercera jornada del ciclo sobre combustible nuclear, organizado por el Instituto de la Ingeniería de España y la Universidad Pontifica de Comillas, tuvo lugar el miércoles 13 de marzo en el Instituto. En esta ocasión el aspecto a tratar fue la cuestión económica: cuánto cuestan los distintos métodos de gestión del combustible (fresco y usado).
Yolanda Moratilla, presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto y directora de la Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías Energéticas, presentó la ponencia de Jean-Louis Casabianca, business manager de Areva, la compañía francesa especializada en energía nuclear. Pero antes destacó algunos datos, como que el coste del reprocesado del combustible nuclear usado (el ciclo cerrado) está decreciendo de forma notable con el paso del tiempo, “debido a que la tecnología va avanzando”. Por el contrario, el coste del almacenamiento (ciclo abierto) está creciendo.
Aun así, el coste del reprocesado sigue siendo igual o algo mayor que el del ciclo abierto. “Pero es que aparte hay algunos valores intangibles en el reprocesado”, añadió. “Se reduce el volumen de residuos, la carga térmica, y la radiotoxicidad, entre otras ventajas”.
Posteriormente, Casabianca explicó que los datos que iba a proporcionar venían en su mayoría de un estudio de la consultora Boston Consulting Group de 2006. Su compañía, Areva, interviene desde la extracción del material radiactivo en la mina, hasta la gestión del combustible usado.
El ciclo cerrado, explicó, implica volver a utilizar el 97% del combustible usado e introducirlo en el ciclo. “Actualmente se reprocesa el plutonio y el uranio”. Tanto el ciclo abierto como el cerrado precisan del Almacenamiento Geológico Profundo (bajo tierra) de los residuos, aunque en el caso del ciclo cerrado disminuyen considerablemente: los materiales pesan 6 toneladas y ocupan 1,5 metros cúbicos, frente a las 50 toneladas y 8 metros cúbicos del ciclo abierto. Además, “el reciclaje reduce el consumo de recursos naturales -hasta el 25% del uranio natural-, y da confianza al público y al mercado”.
Coste del ciclo de combustible
En el coste de la energía debe incluirse, recordó Casabianca, desde la construcción de la central, hasta el ciclo completo del combustible. “Según la OCDE lo que mas cuesta es construir la central, que supone el 60% del gasto total”.
Operar y mantener la central supone el 23% del coste del kilovatio-hora. Y el ciclo de combustible, un 20% en su conjunto (desde la mina hasta el almacenamiento). El suministro desde la mina es un 15% (incluido en el 20%), y el otro 5% es el “back-end”, es decir, el tratamiento del residuo.
“Varios estudios en el pasado han comparan el ciclo abierto y el cerrado y coinciden en que no hay diferencias significativas de costes”.
La Agencia de la Energía Nuclear (NEA) de la OCDE hizo en 1985 hizo un informe muy ambicioso sobre el tema, que actualizó en 1994 y 2000. En ellos llegaba a conclusiones similares al informe de 2006 del Boston Consulting Group, dijo Casabianca.
El coste del ciclo cerrado es algo mayor que el abierto (520 dólares por kilo de material pesado frente a 500), pero siguen siendo muy parecidos.
La pregunta, entonces, es por qué si además el reciclado tiene ventajas intangibles, no hay mayor presencia de este sistema en el mercado. Así se la hizo uno de los asistentes del público a Casabianca en el turno de preguntas. Y el experto respondió que depende de la estrategia nuclear, de que los países decidan apostar por el ciclo cerrado a largo plazo. De hecho, muchos países han manifestado su intención de reciclar, pero por ejemplo España está a la espera de realizar el proyecto del ATC (Almacén Temporal Centralizado) de Villar de Cañas (Cuenca).
“No creo que la elección de España sea un AGP”, añadió. “Cuando hablo con representantes de la industria me dicen que el reciclado es una opción buena. Y dicen que algún dia lo harán con reactores de cuarta generación”. La vida del ATC (60-100 años) “debería permitir esperar. Para reciclar hace falta una estrategia nuclear. Y muchos países no tienen garantías suficientes para que en un futuro la parte de la producción nuclear en el mix eléctrico siga siendo como hoy en día: un país necesita ciertas garantías de su clase política”.
Yolanda Moratilla apostilló que, a igualdad de coste, “cuanto más reutilices, es mucho mejor”, y recordó que el ciclo cerrado avanzado puede ser la solución “definitiva”.
Casabianca explicó también que la ley permite el reproceso y el reciclado, aunque no se practique por estrategia. De hecho, podrían reprocesarse y reutilizarse nuestros residuos en otros países.
También preguntaron al experto si un incentivo público motivaría a las empresas a arriesgar y apostar por el reprocesado. Casabianca respondió que desde un punto de vista político, el reciclado es bastante atractivo, y que lo hacen todas las industrias.