Vocaciones de Formación Profesional hacia la Ingeniería
Desayuno-Coloquio en el IIE sobre vocaciones en FP hacia la Ingeniería
El 8 de mayo se celebró en el Instituto de la Ingeniería de España (IIE) un coloquio entre distintos elementos de la sociedad española con el objetivo último de fomentar vocaciones hacia la ingeniería entre los alumnos de Formación Profesional Superior (FP), habida cuenta de la disminución de matrículas que estos estudios universitarios (gráfico 1) se vienen produciendo en los últimos años, y la creciente necesidad de ingenieros que se prevé para la próxima década. La potenciación hacia la universidad de graduados en FP, cuyo número de egresados casi se ha duplicado desde el año 2001 (gráfico 2), tendría grandes ventajas para los estudios de Ingeniería, considerando la cercanía vocacional que tradicionalmente ha mantenido la Formación Profesional con la Ingeniería en cualquiera de sus especialidades.
En el desayuno-coloquio, organizado por el Comité de Universidad, Formación y Empresa del IIE, intervinieron representantes de los sectores fundamentales para promover esta inquietud entre los alumnos de FP y propiciar el cambio de paradigma que, entre los estudiantes de nuestro país, puede suponer hacer de la FP un camino aplicado para alcanzar las cualificaciones profesionales universitarias. Participaron en el coloquio representantes de la Administración Pública de Enseñanza, D. José Manuel Torralba Castelló, Director General de Universidades de la Comunidad de Madrid, Dª. Guadalupe Bragado Cordero, Directora General de Formación Profesional de la Comunidad de Madrid; de Universidades, D. Asier Perallos Ruiz, Decano de la Facultad de Ingeniería de Deusto y D. Jesús Jiménez Octavio, Subdirector de la ETS de Ingeniería-ICAI de la Universidad Pontificia Comillas; de Centros de Formación Profesional, D. Nicolás Ruano, Director del IES Virgen de La Paloma (Madrid), D. Ángel Serrano Almodóvar, Coordinador de Formación Profesional de EDUCSI, D. Xabier López de Santiago, Director de Formación Profesional de Egibide (Vitoria), y representantes de Grandes Empresas, D. Javier Azorín Cuadrillero, responsable de Desarrollo, Selección y Formación de Iberdrola, y D. Oscar Soto Bouzas, responsable del programa de FP Dual en Red Eléctrica.
Figura 1. Evolución de alumnos matriculados en arquitectura e ingeniería. Fuente: MEyFP-MCIU. EDUCAbase. Series históricas de estudiantes universitarios.
Durante el coloquio se resaltó la buena formación y el alto nivel de preparación de los profesionales que han cursado FP, admitiendo las universidades y las empresas, grandes capacitaciones profesionales y una mayor madurez respecto a los alumnos que llegan a la Universidad o a una empresa mediante el Bachillerato. Se debe desterrar la idea y cambiar el paradigma de que los estudiantes de Formación Profesional son menos inteligentes, o están menos capacitados para estudiar que los que cursan Bachillerato-Universidad, simplemente se forman en una vía paralela y alternativa, más aplicada, debido a que tienen distintos intereses. Para este cambio de paradigma no sólo hay que trabajar con alumnos, padres y orientadores, sino implicar a la universidad y a la Administración para promover los cambios legislativos que hagan de este camino aplicado un camino razonable. A pesar de todo, menos del 15% de los alumnos que terminan la FP continúan estudios universitarios (menos del 5% lo hacen en estudios de ingeniería), debido a que existen dos grandes barreras, la dificultad en los alumnos de FP para incorporarse a unos planes de estudios con materias de carácter muy científico en el primer curso (diseñados de acuerdo con la formación que han recibido en Bachillerato, y coherente con el carácter preparatorio de éste) y la falta de incentivos y motivación para continuar estudiando 4 o 5 años más, cuando ya tienen una cualificación profesional, o más de una, que les permite trabajar en puestos bastante demandados y a veces muy bien remunerados, y por otro lado cuando se aprecia que un elevado número de sus compañeros de FP son ya titulados universitarios, que estudian FP en busca de una mayor oportunidad para encontrar puestos de trabajo. Por otro lado, no es menos relevante el coste que representan los estudios universitarios, no sólo el coste económico directo, sino, y también, el de oportunidad que suponen los años no trabajados para dedicarse al estudio.
Por ello desde el País Vasco, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto en colaboración con el Centro de Formación Profesional Egibide (Vitoria) ha diseñado un plan de estudios orientado a los alumnos que procedentes de FP quieran estudiar su Grado en Ingeniería Digital, Grado, que también es cursado por alumnos procedentes de Bachillerato, pero con distinta organización del plan de estudios. Este Grado, además, se basa en la formación dual, en el que el alumnado se forma y trabaja de manera simultánea, lo que implica una retribución económica y un extra de formación práctica, adaptándose a la rápida velocidad de cambio en la que estamos inmersos y a las nuevas necesidades. Este modelo se caracteriza por la colaboración para la formación entre la universidad y las organizaciones e instituciones, acercando al estudiante a una realidad de los estudios que aplicará en el mundo laboral y mejorando el desarrollo de sus competencias tanto profesionales como personales.
Figura 2. Evolución del número de alumnos egresados en Bachillerato y FP Superior. Fuente: MEyFP-MCIU. EDUCAbase. Enseñanzas no universitarias. Alumnado. Resultados académicos. Series.
La necesidad de incrementar fuertemente el número de alumnos que cursen Formación Profesional es reiterativa y ya casi un tópico en las recomendaciones que para España se hace desde los organismos internaciones (UE, OCDE, WEF) y no menos insistente en la exposición de motivos en la diversa legislación educativa española, siendo claro el crecimiento que en los próximos años ha de experimentar el número de alumnos en estos estudios. Por ello el conjunto de la Universidad española debería atraer a los alumnos que han cursado FP Superior, incentivando a los mismos mediantes medidas alternativas respecto a los estudiantes de Bachillerato y ofreciendo programas más atractivos y complementarios. Reducir los años de duración de las carreras para los estudiantes de FP mediante la convalidación de asignaturas, programas de becas, clases de refuerzo especializadas en aquellas asignaturas que no han visto en la Formación Profesional y un modelo basado en la dualidad: trabajar y estudiar simultáneamente para favorecer la formación integral y multidisciplinar. Todos estos factores favorecerían una mayor incursión de los alumnos de las FP a la Universidad, complementando, incrementando y mejorando sus conocimientos tanto personales como profesionales, la Formación Profesional y la Universidad no deben rivalizar, deben colaborar e interactuar conjuntamente.
Durante los últimos años la profesión de ingeniero ha sufrido un cambio drástico respecto a lo que la sociedad piensa de él, no se le reconoce igual que a un médico o a un abogado, esto debe cambiar, los ingenieros son imprescindibles para el avance y desarrollo de la sociedad, por lo que hay que motivar las vocaciones de ingeniería desde temprana edad. Esto solo será posible si se genera una sinergia entre los estudiantes, la formación y la empresa. Las empresas deben reconocer qué tipo de ingenieros necesitan y qué cualidades deben tener, e incentivar la promoción y formación de sus trabajadores como hacen Iberdrola y Red Eléctrica, y desde un punto de vista social, debemos otorgar a los ingenieros el reconocimiento, prestigio y respeto que merecen y dejar de estigmatizar a los alumnos que cursan FP como menos aptos, ya que, en la mayoría de casos, tienen una muy buena preparación.
Por todo ello, desde el Instituto de la Ingeniería de España abogamos por apoyar que los estudiantes de Formación Profesional cursen estudios de Ingeniería para seguir estando en la vanguardia de la ingeniería mundial.