La Contaminación y su medida de tres tipos concretos: agua, lumínica y acústica.
El pasado 5 de noviembre a las 17:30 horas, y tal como estaba programado, tuvo lugar la Jornada titulada “Algunos tipos de contaminación, su medida y su repercusión en los seres vivos” organizada por el IIE a través de su Comité de Metrología, en el marco de la XXIV edición de la Semana de la Ciencia de la Comunidad de Madrid.

Tras unas palabras de Bienvenida por parte de la Sra. Presidenta del IIE, Doctora Ingeniera Agrónoma Doña Mary Cruz Díaz Álvarez, el Dr. Ingeniero Industrial Don Ángel Miguel García de la Chica tomó el control de la jornada, y tras unas breves palabras en torno a la contaminación y su medida, fue presentando y cediendo la palabra a los tres ponentes previstos.
En primer lugar, Doña Noemí Merayo Cuevas, de la Universidad Politécnica de Madrid (campus de Embajadores) hizo un recorrido sobre el agua, absolutamente necesaria para la vida, y a la vez portadora de un sinfín de substancias cuya concentración debe ser conocida (medida) y actuar sobre ella para que el agua que resulte sea adecuada a la utilización prevista. Apuntó que si bien hay análisis que se pueden calificar de instantáneos (por ejemplo, pH), otros como el contenido de bacterias obliga a un cultivo de placas de Petri a una temperatura controlada durante varios días. Esas “estufas” son elementos de laboratorio caros, y nada transportables. En su unidad han desarrollado una “estufita” para unas pocas placas, alimentada por electricidad, y que permiten realizar el análisis en un lugar remoto, sin necesidad de enviar la muestra al laboratorio y esperar la comunicación del resultado. La prueba de campo se ha llevado a cabo en algún lugar de América central, exitosamente. En definitiva, la gestión del agua para reducir su consumo, reutilizarla y reciclarla, como así constaba en el título de su ponencia.
En segundo lugar, el Sr. García de la Chica cedió la palabra a Don Julio Vías, de la Universidad Autónoma de Madrid, quien desarrolló sus ideas en torno a la contaminación lumínica, un tipo de contaminación que no está considerada como tal por el conjunto de la Sociedad, a pesar de lo “sencillo” que es combatirla: basta con apagar las luces. Aparte de las consecuencias obvias de esta contaminación (no se puede disfrutar del espectáculo del cielo estrellado ni tampoco estudiar que hay detrás de esos cuerpos celestes), es que tiene efectos más que colaterales. Por ejemplo, se habla de que las abejas están en retroceso (lo que es verdad) y eso afecta a la polinización, pero es que además de las abejas hay muchísimas más mariposas nocturnas que abejas diurnas, que también polinizan. El mero hecho de que el cielo esté “iluminado” por la luz proveniente de las urbanizaciones, autopistas, estadios y demás elementos de la vida actual, hace que esas mariposas cambien sus hábitos. O su efecto sobre los murciélagos, que salen de sus cuevas para cazar insectos nocturnos, y que, al observar una autopista iluminada, no la atraviesan. Las colonias a ambos de la autopista no se relacionan entre ellas.
Finalmente, el moderador cedió la palabra a Don Miguel Ángel Vaquero, de DiTec Ingenieros, y él mismo Ingeniero de Telecomunicación. Abordó el tema de la contaminación acústica, con la que mal convivimos día a día. El problema de esa contaminación es que, para “vencerla” a nivel individual, se procede a gritar más, empeorando el escenario. La comunicación deviene imposible. Y eso es extremadamente importante, porque en los lugares públicos (estaciones de Metro, aeropuertos, ..), en los que es necesario impartir información de direccionamiento, y en casos especiales, normas obligatorias de evacuación, no se entiende lo que los altavoces están reproduciendo. La solución, aunque muy costosa, está en incorporar paneles absorbentes de la energía acústica, de tal modo que los sonidos se atenúen rápidamente (el parámetro, medible, es el tiempo de reverberación), y por otra parte “iluminar acústicamente” la zona objetivo con una disposición de cajas acústicas que en conjunto sean equivalentes a un foco puntual. Su intervención se vio interrumpida por varias intervenciones (sin lugar a duda, oportunas) por parte de algunos de los invitados presentes en la sala. El título de su ponencia era “La contaminación acústica. Repercusión en los seres vivos. Forma de medirla. Legislación europea y española”, y a pesar del muy amplio ámbito de cuestiones que conlleva, todos los puntos fueron tratados con la profundidad requerida.
Todos los ponentes se ciñeron al tiempo asignado, por lo que fue posible un pequeño coloquio entre los presentes en la sala y atender algunas cuestiones recibidas a través del chat.
En definitiva, una Jornada muy provechosa, distinta sin lugar a otras, pero en la línea propia del Comité de Metrología, lo que anima a seguir por esta senda.
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