Sistema métrico decimal. Un cambio cultural y un reto político del siglo XIX
Fernando Herreros Salcedo
Dr. Ingeniero del ICAI
Mis más efusivas gracias al IIE y a D. Valentín Gómez Mampaso por presidir esta jornada, en representación de la presidenta del IIE, ausente por problemas de agenda, y también al Centro Español de Metrología por la organización de este acto tan oportuno. También mi agradecimiento a cada uno de los ponentes por su brillante exposición.
Muy inquietante la de D. Antonio Moreno, que, al menos a mí, me ha dejado con la inquietud de cómo se representaban los trozos de una unidad, porque no existía la coma.
D. Francisco González de Posada, “recordman mundial”, querido Paco, nos has hecho presentes unos siglos atrás, como un magnífico piloto de la máquina del tiempo.
D. José Ángel Robles nos ha confirmado que tampoco el Sistema Métrico Decimal se libró de problemas: económicos, materiales, de plazos, de producción, de lagunas…
D. Miguel Ángel Sebastián nos ha hablado de los despistes y de los numerosos obstáculos que, como casi todos los adelantos, encontró el Sistema Métrico Decimal en su camino. Por cierto, que el ingeniero Subercase propuso en el año 1850 que el ancho de vía normalizado del ferrocarril en España fuera de dos varas castellanas (1634 mm)
Y D. José Ubaldo Bernardos nos ha ilustrado con interesantes documentos sobre los oficios y las huellas que ha ido dejando el Sistema Métrico Decimal a su paso por la Historia.
A todos ellos reitero mi agradecimiento y, puesto que este todo es más que la suma de las partes, pido para los componentes de este todo un fuerte aplauso conjunto.
“El sistema métrico no fue solo expresión del cambio sufrido por las mentalidades social e individual, sino también su transformador” (No hablaba Witold Kula en términos eléctricos, evidentemente). Efectivamente, una vez más se vio el efecto de retroalimentación mutua de la ciencia y la metrología, y el sentido de vector de competitividad que caracteriza a la metrología. La sociedad burguesa y los gobiernos liberales vieron claramente la necesidad de disponer de un sistema de pesos y medidas unificador y universal, para el desarrollo de la economía y la modernización de la sociedad.
(Abro comillas y engolo la voz) “Nada más grande ni más sublime ha salido de las manos del hombre que el sistema métrico decimal” (Cierro comillas) Frase dudosamente achacada a Lavoisier, tal vez afectado de un exceso de euforia, seguramente poco antes de “perder la cabeza”. Pero, el que fuera no andaba descaminado.
La unificación de medidas con la adopción del Sistema Métrico Decimal permitió mejorar las relaciones con otras naciones europeas, facilitó el control absoluto del Gobierno (¡cómo nos suena esto!) en materia tributaria, mercantil y comercial, asegurando la igualdad de trato comercial entre ciudadanos, y erradicando las injusticias comerciales que tenían que soportar los ciudadanos y los pequeños productores.
En la actualidad, el 95% de la población del mundo utiliza oficialmente el Sistema Internacional de Unidades (SI), procedente de la evolución del Sistema Métrico Decimal (SMD), por lo que puede ser considerado como uno de los mayores logros del siglo XX y herramienta clave para la globalización. Y aquí no hay un exceso de euforia, por lo que espero no perder la cabeza. El Sistema Internacional de Unidades sirve hoy como lenguaje común de las comunicaciones, de la tecnología, de las investigaciones de la ciencia y del comercio internacional, y permite operar con mayor fluidez a la mal llamada Inteligencia Artificial, ahora que está en pleno desarrollo. Los programadores y los entrenadores de la Inteligencia Artificial deben aplicar y respetar el Sistema Internacional de Unidades, pues así evitaremos, entre otras cosas, perder otro cohete.
Me gustaría añadir que el Sistema Métrico Decimal se basaba en el metro, unidad de longitud, y, por lo tanto, en la coordenada espacio. Sin embargo, su sucesor, el Sistema Internacional de Unidades se basa fundamentalmente en el segundo, en la coordenada tiempo. Esto confirma que, de las dos coordenadas, espacio y tiempo, en que estamos sumergidos, la más importante y menos manipulable es el tiempo.
Aunque estábamos fuera de tiempo, hubo un interesante coloquio final.
Puede ver la jornada aquí: